domingo, 15 de noviembre de 2009

Wish you were here

Las islas Andaman son un paraíso al que no ha llegado el turismo occidental de lujos y grandes hoteles, te alojas en chozas básicas junto al mar, cortan la luz frecuentemente, Internet funciona lento y mal, todo baratísimo, paseas por playas tropicales desérticas de arena blanca, agua cristalina y vegetación que llega al agua, alquilas una pequeña moto y en media hora recorres la pequeña isla de Havelock a la que tuvimos que llegar desde la isla principal después de dos horas y media de barco, hace calor, llueve mucho, la vegatación es exuberante, los pocos occidentales que hay son casi todos jóvenes israelíes, los nativos son muchos mas cariñosos que en Calcuta.......un sitio sensacional para perderse y olvidarse de muchas cosas, pero...
Echaba de menos Calcuta, cuando esta tarde ibamos en el taxi del aeropuerto al hotel estaba muy contento de volver estar en "mi ciudad" con que cada vez mas me gusta pese a la largísima lista de inconvenientes que ya he contado tiene. Me he alegrado mucho de volver a ver a los voluntarios, sus abrazos y saludos afectuosos, la cena que han organizado. Mañana estoy deseando volver Daya Dan para ver a mis alumnos ciegos Thomas y Francis, a las prácticas de batería con Enoy, de teclado con Bernad, el hablarle y tocar para que sienta a alguien a su lado Obinoy.....y Prem Dam con su "disco dancer"........

Ahora tengo el sensación de que las Andaman formará parte de está vivencia India con la choza de caña junto al mar, dormirme cerca del mar mirando el ventilador del techo y cubierto por una inmensa mosquitera, incluso la serpiente que una mañana me esperaba detrás del sucio espejito del baño a la altura de mis ojos, el pescado a la brasa de las cenas, algún que otro exceso etílico con Inés y compañía, las noches estrelladas, los ratos en la playa, la buena amistad con José, Javi, Yoli, Jorge, Omar, Rhiannon, Limor y Erez, el buceo en los arrecifes de coral con bancos de barracudas y la adrenalina de ser zona de tiburones y sobre todo ese pequeño mordisco que a veces te dan en el corazón el recuerdo de personas que se te metieron dentro y que tuve poco antes de dormirme la última noche cuando se me puso un nudo en la garganta al empezar a oír en la cabaña de los israelis de al lado la canción "Wish you were here" (Ojalá estuvieras aquí).

5 comentarios:

  1. Se me hacia largo no saber nada de tí.
    Aún con las limitaciones de un blog, me reconforta leer tus notas y de algún modo me parece que haciéndolo estoy con todos vosotros ahí.
    Un abrazo

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  2. Como me gusta oir cosa así.
    Quien eres Anónimo?

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  3. Soy alquien con quien te cruzaste en el Camino de Santiago y que apenas intercambiamos un saludo, que tal estás? los pies? hasta donde quereís llegar? quizás vaya con la Madre Teresa, etc. etc y por alguna razón nos volvemos a "encontrar" esta vez a través de un blog.
    Sigue ahí y como hoy estoy un poco petarda te adjunto algo que leí, creo del Dalai Lama: "La felicidad no es una cuestión de destino: ES CUESTIÓN DE ELECCIÓN". Un abrazo

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  4. bueno, que interesante que alguien que conoci en el Camino se acuerd de aquella inquietud que le conté y ahora me siga por este blog.
    A ver si volvemos a coincidir en algún otro sitio además de seguir en contacto por aquí.
    Un abrazo

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  5. muy bueno el blog.
    Mira el mio sobre londres
    http://viviendolondres.blogspot.com

    Un saludo

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