domingo, 8 de noviembre de 2009

Estómagos curtidos

El nuevo ingreso que ha habido hoy en Prem Dam lo han cogido medio muerto en la estación de tren de Howrah, estaba muy delgado, cojeando, sucio, pelo largo, barba y mirada perdida. Cuando él llegaba yo estaba haciendo el tonto con el entrañable "disco dancer", ex-soldado indio en una de las guerras indo-paquistani que está como una cabra y que siempre me repite todos los días exactamente las mismas historias sobre su vida y de vez en cuando se levanta y baila y canta una canción que dice que él un bailarín de discoteca.....en fin, a lo que iba, casi todos los días entra gente como la que entraba hoy que no suele vivir mucho, el de hoy llamaba la atención porque llevaba puesta una mas que roñosa camiseta de la selección española de fútbol y, como creo que ya he escrito por aquí, a esta gente le rapan la cabeza y la barba, lavan, dan de comer y beber y curan las heridas que lleva.....
Ya había hecho alguna cura sobre dedos amputados, llagas, desinfección de agujeros en la cabeza y estaba medio acostumbrado a los gritos de dolor (aquí no hay anestesias), a que me intenten pegar por hacerles daño, a sus caras de sufrimiento.....

Como ahora somos menos voluntarios y John, una enfermera neozelandesa voluntaria (si, una mujer que se llama John), me pide que le ayude a curar una herida en el tobillo del nuevo ingreso.
Un rato antes habíamos comentado como se te curte el estomago en este país. No hay palabras ni fotografías para explicar como huelen algunos aseos o la sensación de tener cagar en un urinario público, de esos que sólo hay un minúscula mampara de separación, donde puedes mascar el olor y miles de moscas y allí, te agaches sobre la pared donde se debería mear, viendo a todos los hombres soltar el peso que les molesta con los pantalones bajados y las caras rojas del esfuerzo y que encima no haya agua para que todo lo que has dejado corra hacia donde sea y desaparezca, se queda todo allí acumulado. Si alguna vez lo tenéis que vivir ya veréis.

Y bueno, allá que vamos hacia el enfermo John y este voluntario medio risueño por las bromas con 'disco dancer' y al quitarle la gasa que le tapaba la parte interior del tobillo, justo arriba del hueso de la articulación, tenia una herida de unos 20 cm de diámetro y dentro de ella cientos y cientos de gusanos, cayéndose de tantos que eran y que se movían como locos dentro de la herida bañándose en un mar de sangre que le brotaba de dentro.

Es difícil de explicar lo que se siente a ver eso, la cara del hombre lo decía todo. A veces parece como que ese sufrimiento que todos los días veo ya lo hubiera vivido antes.

Y nada, te pones los guantes, y vas cogiendo primero con los dedos montoncitos de gusanos, iguales como los que seguramente se me comerán a mi, echádolos a un cubo y luego, cuando no puedes con los dedos, los atrapas con una pinzas buceando entre la sangre, hurgando entre la carne donde se van a esconder rápidamente y en los huecos entre los tendones y huesos hasta no dejar uno.

Cuando el hombre ya deja de gritar y aullar, le ponemos yodo, gasas, etc. le doy una palmada en la espalda, en una silla de ruedas lo llevo a un camastro, le digo que soy del país de la camiseta que lleva puesta, le deseo un buen día y pienso que sólo habla bengalí y no me entiende . Me mira, se coje la camiseta, me guiña un ojo y con el puño cerrado hacia mi levanta el pulgar.

2 comentarios:

  1. Creo que estás curtiendo algo más que el estómago. Estás trabajando con cicatrices en tu corazón, pero no te preocupes demasiado por ellas. Con esas cicatrices el corazón late mejor, es más sabio, conoce más cosas de este mundo... te hace a ti mejor.

    Gracias por estar ahí, haciendo lo que estás haciendo y trasmitiéndonos tus sensaciones, y gracias por hacerme ver que en todo hay cosas buenas y malas. Me he dado cuenta que, hasta que lei tu último blog, pensaba que todo lo del futbol era malo.

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  2. Gracias José Luis por los palabras y tus ánimos. A mi vuelta he de afeitarte, comer/cenar contigo, contarte mas detalles sobre esta experiencia por si alguna vez quieres vivir algo similar.
    Cuídate.
    Un abrazo

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