lunes, 26 de octubre de 2009

El último ingreso en Prem Dam



Una pareja de norteamericanos jóvenes, que parecen del Hare Krishna, se dedican a recorrer las estaciones de tren y vertederos de Calcuta para traer a la congregación de la Madre Teresa los moribundos, niños abandonados y aquellos que no pueden valerse solos. Toda una labor la suya.

A Prem Dan traen los adultos y hay un protocolo para los nuevos ingresos. Los meten en el callejón que hay al lado de la nave del dormitorio, los desnudan, con una manguera los enjabonan y aclaran, les rapan las cabeza al cero y los afeitan, curan las heridas y se los llevan a la nave donde están el resto de internos para darles de comida. Por esta vez salvan el pellejo o quizás tendrán una muerte mas digna.

Este último era especialmente moreno y especialmente delgado, casi ciego y bastante mayor, si en nuestro acomodado mundo ya apartamos a los viejos como inútiles aquí para que contar. Me acerque a verlo después de dejarlo en la cama y al oír mi voz me reconoció como a uno que estaba en el callejón de "bienvenida" con él, sonrió y extendió la mano para que se la cogiera. Del inglés sólo sabía recitar la lista de países de Asía, sólo hablaba bengalí que no es precisamente mi fuerte. Me cogió fuerte la mano y empezó a hablar, le temblaba la voz, la mano y ocasionalmente las piernas, gesticulaba con su otra mano, se la levaba al corazón, lloraba, se callaba, hacia gestos agresivos, pacificadores, no quería que le soltara la mano. Necesitaba compañía a su lado y que le escucharan.

A esto he venido yo aquí.

Esta noche nos vamos varios voluntarios dos días a Darleejing, cerca de la frontera nepalí a que nos de un poco aire fresco.

Cuando vuelva seguramente habrá muerto.

3 comentarios:

  1. Hola Alex, todo muy crudo por lo que leo.
    Darte fuerza, ánimo y cariño desde España, para que de alguna manera llegue de forma trasmutada a los tan sumamente necesitados a través de tu ayuda, esfuerzo y colaboración.
    un beso fuerte y un achuchón gordo de abrazo.
    Esther

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  2. Muchas Gracias Alex, por compartir con nosotros todas estas experiencias. Animate. Fuiste ahí a repartir cariño y compresión. No te dejes abrumar, eres fuerte, eres bueno, estoy seguro de que puedes marcar la diferencia. Animo!!

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  3. Hola Alejandro:

    Desde aqui queremos darte un soplo de ese aire fresco y decirte que te animamos y apoyamos de corazón en lo que haces.

    Un abrazo fuerte de Paula y mío.

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