domingo, 29 de noviembre de 2009

Música


Hay mañanas en las sin saber porque te levantas quemado y hastiado de muchas cosas, no se si será que Jupiter se alinea con Saturno, que me hace falta de nuevo aire fresco o que levantarse con este ánimo sirve para apreciar cuando una mañana es buena. Se que debo dar gracias de estar vivo y sano, que no me ha atropellado aún ningún taxi, etc. pero seguro que a muchos os pasan cosas similares. Te quemas.

El caso es que hoy en Prem Dam buscaba una forma de que la mañana no se me hiciera dura y sobre todo no transmitir ese mal estar a todos los que me rodean, aquí hemos venido a dar cosas positivas, nada de malos rollos. Como lo de no ir trabajar es lo último, he decidido ir y recurrir a la música que tanto me ayuda a estar bien y a que no se me hagan pesadas algunas cosas.

Así que después de lavar la ropa de los internos, en vez de abrir mi barbería (que ya he ampliado el negocio a cortado de uñas y de pelos de orejas y nariz) que tan bien me sirve para comunicarme con ellos y hacer algo positivo, por el día de hoy he transferido mis útiles de trabajo a americanos y japos (no hay españoles últimamente) y allá que he ido hacia la parte de jardín donde esta la peña con la música de mi móvil y auriculares puestos y menuda atracción. Al verme primero me hacían el gesto de que hoy les tocaba afeitado y yo les señala a los voluntarios afeitadores y luego por gestos me preguntaban que llevaba en mis oídos. Me acercaba a ellos, me quitaba un auricular y se lo ponía en su peluda y roñosa oreja y al poco tenía una cola igual que la que tenía cuando los afeitaba.

Algunos se quedaban como en trance escuchando música, otros arrancaban a bailar y había quien se ponía melancólico y hasta se le humedecían los ojos a algunos.
Hoy los Beatles, Mozart, Pink Floyd, Los Panchos, David Bowie, Sabina, Serrat, Queen, Miles Davis, Coldplay, Radiohead, Astrud Gilberto..... Han hecho un poco mas felices a esta panda de indios desheredados y a mi me han arreglado el día.

Estoy pesando en incorporar al servicio de barbería música a petición.

sábado, 28 de noviembre de 2009

Engaños


El tiempo va pasando y uno hasta empieza a ver lejana España y sus costumbres, ya es mes y medio aquí. Te adaptas a esta vida como tus instintos te permiten y día a día ves como naturales muchas cosas que en nuestra cultura serían inauditas. Aún sigue costándome el aceptar que algunos intocables su arrodillen ante mi para tocar mis pies creyendo que soy de una casta superior por mi aspecto occidental o el montar en un rickshaw (carros de transporte de personas empujados por hombres) donde un hombre menudo, con un gran turbante en la cabeza y un minúsculo doti (esos taparrabos que llevan algunos indios) me arrastra descalzo por el asfalto. Me parece algo humillante, pero bueno, ¿de que sino viviría este hombre? Esta cultura es así, aquí hay millones de personas viviendo muchos siglos con la resignación de haber nacido en una casta baja y sin ningún afán por cambiar su situación y esto no puede cambiarse en un plis-plas. Ponemos minúsculos granos de arena para hacer un mundo mejor, mas igualitario, para dar un poco de alegría y cariño en pequeños momentos a estas personas y eso es todo.

Eso si, el creerse que eres la hostia porque vienes aquí a echar una mano es un error en que es demasiado fácil caer. Comiendo anteayer en uno de esos puesto de comida callejera que tanto me gustan y que en todas partes recomiendan que se debe nunca comer allí, una turista española nos decía lo valientes que éramos los que nos implicamos varios meses trabajando aquí. Me parece más valiente ese padre de familia que, con uno solo sueldo, varios hijos, hipoteca, letras de coche, mas de 40 años, etc. planta cara ante una injusticia de su jefe y esa actitud puede costarle su puesto de trabajo y como está el panorama por España con esto del trabajo...... Si hiciéremos un listado de valientes no somos tanto como parece la panda de piraos que andamos metidos en esta aventura.

Y no podemos confiarnos con la vida en India. Aquí deporte nacional es el cricket pero le sigue de cerca el engañar a occidentales (el tercero es el tocarle el culo a las occidentales en las habituales aglomeraciones). El sentirte veterano y creer que todo lo tienes controlado es un error. Ayer por la tarde fui con Inés de mis entretelas a visitar un templo hinduista dedicado a la diosa Kali y a nosotros dos, que tan listos y veteranos nos creíamos, un tipo que decía ser un sacerdote hindú y que nos abordo al entrar al templo, nos engaño para sacarnos unos cuantas rupias de una forma tonta e infantil. Aún estamos riéndonos de lo jilipollas que hemos sido.

No está bien empleados por listos. A ver si espabilamos

miércoles, 25 de noviembre de 2009

Rumsiki y Michel Jackson


Gracie es una joven y guapa voluntaria americana de Oregon y que hará un mes se encontró tirado en la calle medio muerto a Rumsiki, lo había atropellado primero un autobús que dejó con el tobillo derecho triturado y cojo para siempre y luego le pasó por encima un coche que le rompió y dejó inútil para siempre el codo y hombro derecho. Nadie le atendía, sabían que era uno de los parias de la calle, sin dinero ni familia, de los que todos los días mueren por desnutrición, atropellados o en peleas callejeras. El que pasara por allí alguien con los huevos que tiene Gracie como para cargarlo al brazo, parar un taxi, pelearse con el taxista que no quería que se le manchara el taxi de sangre, disputara el sobreprecio que quería cobrarle, lo llevara al hospital, luego a Prem Dam con las Hnas. de la Caridad, etc., en fin, le salvó el pellejo al chaval. Según quien quiera interpretar este caso ha tenido mucha suerte o Dios le ha ayudado o no se, ambas cosas.

Rumsiki es musulmán dice tener 20 años aunque no aparenta mas de 15 y había abandonado la cercana, miserable y rural Bangladesh para venir a Calcuta ya que con tanta gente que hay por aquí siempre podría arañar de aquí y allá algo de comida para ir tirando. Dormía y vivía en la calle y se las apañaba para sobrevivir.
A Rumsiki lo conozco desde que llego a Prem Dam, es tímido, huidizo y poco dado a las bromas del resto de internos y de voluntarios y tiende a aislarse. Me sonreía cuando me veía y le decía algo, no sabía su historia. Gracie me contaba que a raíz del accidente tiene, por llamarlo de alguna forma, un bloqueo emocional y esta medio en trance, se une a esto que habla un dialecto de Bangladesh y le es costoso hablar en Bengali o Indi, no tiene a nadie. Vamos, uno de los desheredados de la vida.

Esta mañana cuando en Prem Dam iba con mi kit de barbería afeitar y cortar el pelo de cejas y orejas (es increible el pelo que tienen en las orejas estos indios) a los presumidos de mi clientes, me venia a buscar Gracie para pedirme que le acompañara a llevar a Rumsiki a hacer unas pruebas a un clínica. No suele responder a instrucciones de mujeres por la educación machista que hay por aquí y una figura masculina le inspira, según Gracie, respeto por la falta de figura paterna y bueno, allá que nos hemos ido los tres.

Rumsiki primero desconfiaba de donde íbamos y he tenido que sacarlo medio a la fuerza para llevarlo a una clínica mas que cutre que para dar un toque mas sórdido tenía en la sala de espera una inmensa foto de Silveter Stallone de boxeador en una de las muchas entregas de Rocky. Rumsiki iba todo serio en el taxi sin querer responder a lo que Gracie le decía (ella habla un poco de Bengali), sólo hacia un poco de caso cuando se lo preguntaba yo en la traducción que me hacia, vamos hablábamos con un muro que devolvía miradas de desconfianza (y eso que ella le había salvado la vida) y gestos de miedo y con esa mirada que algunos nos decican que parecen decir "con lo de puta madre que se vive en tu país, que coño haces tu aquí?". Para dar mas ambiente a la experiencia al poco de empezar el electrocardiográma le dice algo el enfermero que no entendemos y de repente se quita los diodos (con lo que me había costado convencerlo para que se tumbara en la camilla y se pusiera lo roñosos diodos) e intenta salir corriendo. El enfermero le había querido gastar una broma y le había dicho que se prepara que le iban a amputar la pierna.

Hemos estado allí unas cinco horas, de sala en sala, lo hemos llevado a que comiera algo y seguía estando muy cerrado pero el caso es que cuando me miraba parecía que quería decirme algo y no sabía como. A última hora en la sala de espera, después de haber intentado de mil formas romper este bloqueo que tenímos con Rumsiki y ya dándolo por imposible, estaba hablando de música con Gracie y como un poco payaso soy me pongo en la cabeza esa braga gay que llevo en la mochila, las gafas de sol y empiezo a tararear "Thiller" de Michel Jackson y a mover la mano como los raperos americanos y ahí conseguimos llegar al alma de Rumsiki arrancándole una sonrisa impresionante.

Las fotos en el taxi de vuelta de Gracie, un servidor y Rumsiki con mi braga en la cabeza, mis gafas de sol puestas, una sonrisa de oreja a oreja e imitando a Michel Jackson no tienen desperdicio.

viernes, 20 de noviembre de 2009

Lagrimones

Cuando un voluntario trabaja su último día en Mother's House todos los voluntarios y algunas "sisters" le cantamos una pegadiza canción de despedida con una letra en la que se le dan las gracias por su trabajo, se le dice que se le quiere y que se le echará de menos. A la mayoría le saltan las lágrimas cuando en ese momento se le rodea y los voluntarios con los que ha estado trabajando le cantan y aplauden, salen los intensos momentos que se viven con los enfermos y niños de los centros de trabajo y cercana relación que se tiene con los voluntarios que hemos venido a este agujero del mundo. Hasta los japos y coreanos que tan fríos que parace y que realmente no lo son, cogen unos sofocos de llanto impresionantes que muchos latinos quisieran.
Por la tarde/noche te ves con aquellos con los que han tenido una relación mas cercana y salen otros sentimientos y ocasionalmente se dicen y escriben cosas aún mas intensas , incluso siguiendo lo que tradicionalmente hacen los indios con sus hijos, se regalan pulseras o colgantes en los que hay una pequeña cápsula de plata y dentro de ella, sellado con cera, se escriben unas palabras para esa persona que nunca deberá abrir para leerla y que siempre deberá llevar encima.
Uno ya se ha convertido en una especie de veterano, en algo mas de un mes que llevo por aquí ya sólo hay dos españoles que estaban aquí cuando llegue a mediados de Octubre y de todos los voluntarios habrán unos 10 mas veteranos que un servidor. Todas las semanas vivo directamente unas cinco despedidas.
Ya escribiré por los que ahora están y me han llegado al corazón, estas palabras que sean para los que se han ido y ha saltado algún que otro lagrimon.
Alberto, Mónica, Marta, Lisa, Jordi, Justine, Emerit, Azahara, Mirella, Anabel, Roberto, Josefina la urugaya y Josefina la chilena, Andrés, Peter, Simona, Isabel, Julio, Vanesa, Silvia, Pera, Elvira, Luis, Ares, Joan, Steve y Thomas.

domingo, 15 de noviembre de 2009

Wish you were here

Las islas Andaman son un paraíso al que no ha llegado el turismo occidental de lujos y grandes hoteles, te alojas en chozas básicas junto al mar, cortan la luz frecuentemente, Internet funciona lento y mal, todo baratísimo, paseas por playas tropicales desérticas de arena blanca, agua cristalina y vegetación que llega al agua, alquilas una pequeña moto y en media hora recorres la pequeña isla de Havelock a la que tuvimos que llegar desde la isla principal después de dos horas y media de barco, hace calor, llueve mucho, la vegatación es exuberante, los pocos occidentales que hay son casi todos jóvenes israelíes, los nativos son muchos mas cariñosos que en Calcuta.......un sitio sensacional para perderse y olvidarse de muchas cosas, pero...
Echaba de menos Calcuta, cuando esta tarde ibamos en el taxi del aeropuerto al hotel estaba muy contento de volver estar en "mi ciudad" con que cada vez mas me gusta pese a la largísima lista de inconvenientes que ya he contado tiene. Me he alegrado mucho de volver a ver a los voluntarios, sus abrazos y saludos afectuosos, la cena que han organizado. Mañana estoy deseando volver Daya Dan para ver a mis alumnos ciegos Thomas y Francis, a las prácticas de batería con Enoy, de teclado con Bernad, el hablarle y tocar para que sienta a alguien a su lado Obinoy.....y Prem Dam con su "disco dancer"........

Ahora tengo el sensación de que las Andaman formará parte de está vivencia India con la choza de caña junto al mar, dormirme cerca del mar mirando el ventilador del techo y cubierto por una inmensa mosquitera, incluso la serpiente que una mañana me esperaba detrás del sucio espejito del baño a la altura de mis ojos, el pescado a la brasa de las cenas, algún que otro exceso etílico con Inés y compañía, las noches estrelladas, los ratos en la playa, la buena amistad con José, Javi, Yoli, Jorge, Omar, Rhiannon, Limor y Erez, el buceo en los arrecifes de coral con bancos de barracudas y la adrenalina de ser zona de tiburones y sobre todo ese pequeño mordisco que a veces te dan en el corazón el recuerdo de personas que se te metieron dentro y que tuve poco antes de dormirme la última noche cuando se me puso un nudo en la garganta al empezar a oír en la cabaña de los israelis de al lado la canción "Wish you were here" (Ojalá estuvieras aquí).

martes, 10 de noviembre de 2009

We've a break

En las fotos se ve una paradisiaca playa con la arena blanca, agua transparente, palmeras que llegan hasta la orilla, tías buenísimas en biquini nadando, jugando con una pelotita y tomándose un aparatosa bebida con una pajita tumbadas en la playa y como creemos que el coger un poco de distancia del día a día esta ciudad y de este voluntariado les vendrá bien a los calcuteños para descansar de nosotros allá que nos vamos.
Pero queremos intentar agobiar más si cabe a los indios con nuestra presencia y comportamiento, así que mañana Inés con la guitarra acústica que se ha comprado, servidor con la cutre flauta que saca sonidos de saxo y clarinete que compré por poco mas de un euro y Jordi con mi gorra azul de kukusumusu que le dejo para pedir dinero, nos vamos a tocarles las narices a los indios de estas playas con nuestra música, pidiéndoles incesantemente dinero por tocar para ellos, molestándoles comiendo con cuchara y tenedor y como con la mano como ellos, irritándolos cuando alquilemos una moto con sidecar para recorrer la isla y no tocando incesantemente el pito y quizás los rematemos cuando utilicemos papel higiénico y tiremos agua al baño después de utilizarlo.
Y si no conseguimos estresar (se escribe así?) a los indios, seguro retomaremos fuerzas con un libro, una libreta para escribir jilipolleces como las que estáis leyendo, la música que tanto ayuda, la buena compañía de estos bandarras, las playas, las cabañas al lado de la playa, el taparrabos de bañador que me he comprado por 35 rupias (0,50 cts de euro), etc.
Cuando hace dos semanas nos fuímos a Darjeeling (maravilla de sitio entre Nepal, Bhutan y China en las estribaciones del Himalaya) echábamos de menos Calcuta y nuestro trabajo de voluntarios. Puede que el lugar físico de la felicidad no está en lo que las agencias de viajes dicen es el paraíso.

Aunque nos vamos poco tiempo me he despedido de mis entrañables residentes de Prem Dam que son capaces de entender que mañana no iré, me decían que quien los iba a afeitar, a ayudarlas a darles sus paseos, a bañarlos, etc. Obelit me ha hecho una bonita pulsera de hilo blanca y negra, 'disco dancer' me ha cantado y bailado en indio, Binoy me ha abrazado y se le han humedecido lo ojos......he ido a buscar a Rama a la "small room" (habitación de 7 camas donde están los más jodidos) y un worker (trabajadores contratados) me ha señalado el último cadáver amortajado. He abierto la sábana de la mortaja para verle y acariciarle la cara tan calavérica por última vez.

En Daya Dan no hay ningún niño con la cabeza bien como para entender que no iré al día siguiente.

domingo, 8 de noviembre de 2009

Estómagos curtidos

El nuevo ingreso que ha habido hoy en Prem Dam lo han cogido medio muerto en la estación de tren de Howrah, estaba muy delgado, cojeando, sucio, pelo largo, barba y mirada perdida. Cuando él llegaba yo estaba haciendo el tonto con el entrañable "disco dancer", ex-soldado indio en una de las guerras indo-paquistani que está como una cabra y que siempre me repite todos los días exactamente las mismas historias sobre su vida y de vez en cuando se levanta y baila y canta una canción que dice que él un bailarín de discoteca.....en fin, a lo que iba, casi todos los días entra gente como la que entraba hoy que no suele vivir mucho, el de hoy llamaba la atención porque llevaba puesta una mas que roñosa camiseta de la selección española de fútbol y, como creo que ya he escrito por aquí, a esta gente le rapan la cabeza y la barba, lavan, dan de comer y beber y curan las heridas que lleva.....
Ya había hecho alguna cura sobre dedos amputados, llagas, desinfección de agujeros en la cabeza y estaba medio acostumbrado a los gritos de dolor (aquí no hay anestesias), a que me intenten pegar por hacerles daño, a sus caras de sufrimiento.....

Como ahora somos menos voluntarios y John, una enfermera neozelandesa voluntaria (si, una mujer que se llama John), me pide que le ayude a curar una herida en el tobillo del nuevo ingreso.
Un rato antes habíamos comentado como se te curte el estomago en este país. No hay palabras ni fotografías para explicar como huelen algunos aseos o la sensación de tener cagar en un urinario público, de esos que sólo hay un minúscula mampara de separación, donde puedes mascar el olor y miles de moscas y allí, te agaches sobre la pared donde se debería mear, viendo a todos los hombres soltar el peso que les molesta con los pantalones bajados y las caras rojas del esfuerzo y que encima no haya agua para que todo lo que has dejado corra hacia donde sea y desaparezca, se queda todo allí acumulado. Si alguna vez lo tenéis que vivir ya veréis.

Y bueno, allá que vamos hacia el enfermo John y este voluntario medio risueño por las bromas con 'disco dancer' y al quitarle la gasa que le tapaba la parte interior del tobillo, justo arriba del hueso de la articulación, tenia una herida de unos 20 cm de diámetro y dentro de ella cientos y cientos de gusanos, cayéndose de tantos que eran y que se movían como locos dentro de la herida bañándose en un mar de sangre que le brotaba de dentro.

Es difícil de explicar lo que se siente a ver eso, la cara del hombre lo decía todo. A veces parece como que ese sufrimiento que todos los días veo ya lo hubiera vivido antes.

Y nada, te pones los guantes, y vas cogiendo primero con los dedos montoncitos de gusanos, iguales como los que seguramente se me comerán a mi, echádolos a un cubo y luego, cuando no puedes con los dedos, los atrapas con una pinzas buceando entre la sangre, hurgando entre la carne donde se van a esconder rápidamente y en los huecos entre los tendones y huesos hasta no dejar uno.

Cuando el hombre ya deja de gritar y aullar, le ponemos yodo, gasas, etc. le doy una palmada en la espalda, en una silla de ruedas lo llevo a un camastro, le digo que soy del país de la camiseta que lleva puesta, le deseo un buen día y pienso que sólo habla bengalí y no me entiende . Me mira, se coje la camiseta, me guiña un ojo y con el puño cerrado hacia mi levanta el pulgar.

jueves, 5 de noviembre de 2009

La quiebra de la moral

No gusta que algunos días cuando por la mañana busco a algunos de los pacientes que peor estaban el día anterior nos los vea en su camastros y al preguntar por ellos me digan que han muerto, o que se mueran delante de mi y además haya que amortajarlos. Se que forma parte de la experiencia, que la vida es así, etc, etc, pero jode. Cuando pasa lo mismo con niños para que decir.
Se unen a esto un conjunto de situaciones menos importantes que también tiene su peso. Los impresionantes heridas que algunos traen, los gritos de los pacientes en las curas sin anestesia, lo frágiles y solos que estan, el agresivo y despectivo trato de algunas monjas hermanas de la caridad con pacientes de la casta de los intocables (está abolido el sistema de castas pero aún sigue latente en la sociedad india), el que peguen a los niños, como se abandona a los débiles, la precaria vida que llevamos, el calor y la humedad, la añoranza, las enfermedades, las muchedumbres......

Para algunos voluntarios estas vivencias producen toda una quiebra de la moral. Los hay que al poco de llegar cambian su vuelo para volver cuando antes a casa, otros, pasado un tiempo, dejan de ir a los centros de la Madre Teresa o van espaciando sus apariciones, otros se van a hacer turismo por India, otros se van a yoga, otros lloran por los rincones,..........

Este menda va aguantando el tipo como puede, algunas mañanas (pocas) todo entra torcido y se te hacen incómodas las situaciones mas tontas y al pensar que hasta el 15 de diciembre estaré aquí se me hace un nudo en el estomago de la agonía que me da y otras, como cuando hoy los niños de Daya Dan ensayaban la canción para las Navidades, quería en retrasar el vuelo y pasar aquí las Navidades.

Este es un muy buen sitio para apreciar que el secreto de la felicidad está en las pequeñas cosas.

martes, 3 de noviembre de 2009

Barbería Alex



Muchas mañanas después de limpiar la ropa de los internos de Prem Dam, cojo un pequeño cubo de agua, una maquina de afeitar de las muy antiguas, cuchillas, jabón y brocha y un paño grande y voy afeitando a los residentes que tienen barba de varios días. Les gusta que les afeite poco a poco, con parsimonia, primero bien enjabonados con brocha que poco a poco va cubriendo de blanco el pelo de su cara, les pongo un amplio paño que cubra todo su cuerpo para que no les ensucie la ropa, dejo reposar un poco el jabón en sobre la barba y luego, poco a poco, voy pasando la cuchilla en la dirección del pelo y enjuagándola en el cubo de agua para dejar allí los pelitos cortados. No debo dejar ni un solo pelo ya que sino me llaman la atención. El afeitado debe ser perfecto. Al finalizar, les paso el paño húmedo por la cara, limpio todos los restos de jabón, recorto con unas tijeras el bigote a algunos de ellos, corto los pelos que les sale de las orejas y de la nariz y les digo alguna chorrada que aunque no entienden les arranca una sonrisa.

Muchos de ellos me hablan en bengalí mientras les afeito, apoya su mano en mi hombro y hasta susurran cosas, bromeo con ellos enjabonándoles la nariz o las gafas lo que hace despotriquen en su idioma, se enfadan si no voy lo deprisa que entienden debo ir pero al finalizar siempre juntan sus manos y se las llevan hacia su cara en señal de agradecimiento.

El caso es que diariamente tengo una cola de entre 10 y 15 "clientes" y compromisos de un día para otro.

Lastima que no será un buen negocio el montar una barbería en España.

lunes, 2 de noviembre de 2009

Van y vienen


En las casi tres semanas que llevo aquí casi no queda casi ninguno de los voluntarios que habían cuando llegue. Noviembre ha hecho que mucha gente se vaya de vuelta a casa o de viaje por India y ahora seremos unos 30 voluntarios. Esto no hace que nada importante cambie, mas trabajo entre los que quedamos, algo menos de tiempo para los pacientes y menos aglomeración de voluntarios.

Ya contaba que los voluntarios pasamos el día juntos, los días son intensos con alguna que otra situación difícil y conectas con facilidad con algunas personas, se crean amistades y las consiguientes despedidas son tan entrañables que hacen aún mas especial esta vivencia. La carta que me escribió Josefina, el abrazo de Justine cuando vino a buscarme para despedirse, los ojos húmedos de Nick, las palabras de cariño de la otra Josefina (la chilena) y la sincera invitación a Chile de su marido Andrés, la comida de despedida con Alberto y Mónica, la promesa de oración por mi de Steve.......lo contento que estoy de todo esto y aún me queda aquí mes y medio.